+ Cristología

Notas del autor

La cristología es una teoría teológica sobre cómo la divinidad y la humanidad de Jesús se unen en una sola persona. Este es un dogma muy importante relacionado con la Trinidad, y se puede considerar como una pregunta sobre quién es Jesús, a quien creemos.

Desde los primeros tiempos de la Iglesia, hubo numerosas controversias sobre Jesús: ¿era Dios o no? Si era Dios, ¿en qué medida? ¿Era Dios desde el principio o fue elevado a hijo de Dios? Estas afirmaciones están relacionadas con diversas herejías trinitarias, como el adopcionismo, que sostiene que Jesús era originalmente humano y fue adoptado como hijo por Dios, el modalismo, que afirma que el Padre se transformó en Jesús; el subordinacionismo, que ve a Jesús como una entidad subordinada al Padre; el monarquianismo, que sostiene que Jesús tiene una sola voluntad; y el monofisismo, que afirma que Jesús tiene solo una naturaleza.

La Iglesia sintió la necesidad de establecer una doctrina correcta entre estas diferencias, lo que llevó a la formulación de la doctrina de la Trinidad en el Concilio de Nicea en 325 y la definición oficial de la doble naturaleza de Cristo en el Concilio de Calcedonia en 451.

El Credo de Calcedonia se resume así:

- Jesucristo es completamente Dios, igual al Padre.

- Es perfecto tanto en divinidad como en humanidad, siendo verdadero Dios y verdadero hombre.

- Comparte la misma esencia que el Padre y es igual a nosotros en humanidad, pero sin pecado.

- En cuanto a su divinidad, procede del Padre antes de todos los tiempos; en cuanto a su humanidad, nació de la Virgen María para nuestra salvación.

- Las dos naturalezas no se confunden, no cambian, no se separan y no se dividen.

- Estas naturalezas no desaparecen por su unión y se preservan en una sola persona y sustancia, actuando juntas.

Así, Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre. En otras palabras, "Jesucristo es perfecto Dios y perfecto hombre, y estas naturalezas divina y humana están unidas en una sola persona sin confusión, cambio, separación o división, preservándose perfectamente en una sola sustancia y actuando juntas". Esto es lo que se considera la cristología ortodoxa.

Entender esto es difícil, ya que, junto con la Trinidad, es una doctrina que supera la comprensión humana. Para mí también es complicado explicarlo por separado, así que me limitaré a explicar cómo se representa en esta novela.

En esta novela, las palabras clave para referirse a Jesús son "Hijo de Dios" y "Hijo del Hombre".

La expresión "Hijo de Dios" se refiere a la divinidad de Jesús. En esta novela, la divinidad se puede considerar como el juicio según los estándares de Dios, donde cualquier acción que se ajuste a estos estándares no puede ser considerada pecado. Esto es lo que mencioné en la parte del pecado original. En el sentido de que la divinidad no tiene sentido en la prueba de Satanás, se ha expresado la divinidad de Jesús de esta manera. El núcleo de la divinidad que se habla aquí es que "Hijo de Dios" no puede cometer pecado en absoluto.

La expresión "Hijo del Hombre" se refiere a la humanidad de Jesús. La humanidad de Jesús, como se menciona en el Credo de Calcedonia, comenzó con su nacimiento de la Virgen María. La humanidad implica experimentar y sentir como un ser humano, no como Dios. Jesús, con su divinidad, nació en un cuerpo humano y experimentó cosas que no había experimentado como Dios, como el hambre, la sed y el dolor físico. Estas acciones de Jesús, como "Hijo del Hombre", son las que se presentan en esta novela.

Podrías pensar que, en esta parte humana, Jesús podría pecar. Por eso incluí en el monólogo de Satanás la intención de tentar al "Hijo del Hombre". Sin embargo, Jesús juzga basándose en su divinidad, por lo que no puede pecar. Jesús mismo dijo:

"No puedo hacer nada por mi cuenta; juzgo según lo que oigo, y mi juicio es justo, porque no busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 5:30).

"Ustedes juzgan según la apariencia, pero yo no juzgo a nadie. Y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy solo, sino que estoy con el Padre que me envió" (Juan 8:15-16).

Estas palabras explican por qué establecí esta configuración.

Así, en una sola persona de Jesús, la divinidad y la humanidad coexisten, pero ambas existen de manera completamente independiente. Esta independencia no se refiere a que sean diferentes en el sentido de ser distintos, sino a que el criterio mismo de su manifestación es completamente diferente. Jesús juzga y actúa como Dios perfecto, y también actúa como un ser humano perfecto con cuerpo. Estas dos naturalezas no se contradicen, no se dividen ni se separan entre sí. La divinidad y la humanidad se influyen mutuamente, pero finalmente se manifiestan en una sola acción. De esta manera, la divinidad y la humanidad se unen en una sola persona de Jesús, manifestándose en una sola acción, y esto es la cristología que se explica en esta novela. De esta forma, Jesús puede expresar libremente su divinidad y humanidad dentro de una sola persona, sin que estas se combinen o confundan entre sí.

¿Entienden? Para explicarlo de manera más sencilla con una analogía, aunque en ustedes existan dos criterios de juicio para una situación, al final realizarán una sola acción. Lo que digo es exactamente lo mismo. Aunque en ustedes existan dos criterios de juicio, ustedes son una sola persona, no dos personas. Creo que si consideran la relación entre la divinidad y la humanidad de Jesús de esta manera, será un poco más fácil de entender.

Si mi explicación es un poco deficiente y no te gusta, te agradecería que lo pasaras por alto. Explicar más allá de esto podría ser demasiado complejo y salirse del tema. La Trinidad se explicará en otra ocasión.

Post a Comment

Next Post Previous Post